Analizando tu analítica general

Quiero aclarar varios parámetros de una analítica para que, en caso de hacernos alguna, podamos medianamente valorarla. Incluso, poder pedir valores que queremos ver a nuestro médico de cabecera.

He querido dividir el tema de la analítica en dos partes: aspectos generales de una analítica rutinaria y, próximamente, otra donde analizar ciertas hormonas importantes en distintas patologías de la mujer (como SOP).

Te dejo este vídeo si te interesa conocer qué pedir en una desregulación hormonal:

Colesterol

Al hacernos una analítica, este valor parece ser el que más nos llama la atención, el primero que miramos y el que mayor confusión nos causa.

Es una molécula fundamental para la vida, siendo la precursora de nuestras hormonas sexuales. También forma parte de nuestras membranas celulares, participa en la formación de bilis y es clave para sintetizar vitamina D.

¿Sabías que a mayor edad, se necesitan mayores niveles de colesterol para muchas funciones cerebrales? ¡MAYOR EDAD, MAYOR COLESTEROL, MAYO LONGEVIDAD! (con ciertos límites…)

Muchísimas personas que se cuidan tienen valores por encima de los 200 mg/dl, ¿esto debe preocuparnos? No. Ya sabemos que los valores que realmente importan son los de colesterol LDL y HDL, siendo el primero el problemático si es el que sobrepasa los límites. De hecho, en una analítica ni siquiera se analizan los niveles de LDL (es muy caro), sino que se estiman a partir de los niveles de HDL, triglicéridos y colesterol total:

Fórmula: Colesterol LDL = Colesterol TOTAL – Colesterol HDL – Triglicéridos/5

Aún es más relevante en cuanto a riesgo coronario, una cifra elevada de colesterol LDL (calculado) y una cifra <50 mg/dl de colesterol HDL.

Analicemos esta analítica de un caso real, concretamente una clienta de la consulta con SOP (que muy amablemente nos ha concedido el permiso para ello).

En primer lugar, vemos que el colesterol total supera los rangos deseables. Hasta aquí deberíamos permanecer con calma, pues no es un indicador fiable como he explicado.

En segundo lugar, encontramos los valores de HDL y LDL. Bien, nos sobresalta el asterisco en el HDL: valores por debajo de 50 mg/dl denotan riesgo elevado de padecer problemas coronarios y este valor disminuye cuando llevamos una vida sedentaria y consumimos productos con azúcares refinados y grasas trans. Un colesterol de 90 mg/dl es magnífico, pues se eleva gracias a:

Ahora nos encontramos con los triglicéridos, las grasas que circulan por nuestro torrente sanguíneo. Este valor debemos mantenerlo por debajo de 100 mg/dl para mantener una salud óptima. Este valor NO se eleva por el consumo de grasas, todo lo contrario. Se elevan cuando consumimos productos elevados en carbohidratos refinados como azúcar, pan blanco, pasta refinada, bollos, zumos…: cuando estos productos son absorbidos, ese azúcar extra se transforma en triglicéridos gracias a nuestro hígado.

El mejor marcador de riesgo cardiovascular es el cociente TRIGLICÉRIDOS/HDL: si es <2, puedes estar conten@ (en nuestro ejemplo = 0,81). En cambio, valores >3-3,5 pueden significar presencia de resistencia a la insulina o síndrome metabólico. A veces se acompaña de perímetro de cintura elevado (ver este post).

25-OH-vitamina D

Más que una vitamina, es una pro-hormona. Ya os expliqué varias cositas sobre ella en este post. Sus funciones son múltiples, entre ellas las inmunomoduladoras, regulación en la expresión de ciertos genes, anti-cancerígena, anti-envejecimiento, anti-inflamatoria…

En las analíticas, lo ideal es tener niveles entre 40 y 50 mcg/L aunque figure >30 mcg/L. Yo personalmente no me he mirado nunca los niveles, y pienso hacerlo en cuanto acabemos con la cuarentena.

El Dr. Michael F. Holick recomienda tomar 2000 UI/día de vitamina D3 en adultos y 1000 UI/día en niños. Habrá personas que lo vean una burrada, yo personalmente prefiero valorar los niveles en analíticas y recomendar individualmente ciertas pautas.

¿Sabías que muchos expertos dicen que es más eficiente la vitamina D que la propia vacuna de la gripe para prevenir esta infección?

Marcadores de inflamación: fibrinógeno y PCR

La inflamación (y no el colesterol) es la principal causa de riesgo cardiovascular, por eso en muchas patologías asociadas a inflamación de bajo grado existe riesgo de padecer daños vasculares, hipertensión, etc. como sucede en SOP.

Estos tres marcadores de inflamación nos ayudan a ver en qué estado se encuentra nuestro organismo.

El fibrinógeno es un reactante de fase aguda (RFA) fabricado por el hígado que aumenta cuando hay inflamación o daño en algún tejido.

La PCR también es un RFA liberado por el hígado cuando hay inflamación sistémica.

¿Qué provoca esta inflamación?

El consumo de azúcares que conlleva a azúcar elevado en sangre durante tiempo prolongado, el estrés crónico, la hormona cortisol, los radicales libres que oxidan nuestras células, el daño endotelial vascular…

Glucosa y hemoglobina glicosilada

Es interesante fijarnos también en marcadores que indican alteración en el metabolismo de la glucosa:

• Glucosa en ayunas: idealmente <100 mg/dl.
• Insulina en ayunas (hay que pedirlo explícitamente): este valor es especialmente interesante en mujeres con SOP para valorar la resistencia a la insulina o inicios de diabetes. En nuestro caso, la glucosa puede salir perfecta, pero el páncreas está trabajando demasiado y liberando mucha insulina para compensar la resistencia que presentan nuestras células (por eso nos salen valores normales).
• Hemboglobina glicada (HbA1C): nos indica glucosa media en sangre de los últimos 3 meses, idealmente debe ser <5,6%.

En una publicación posterior hablaré de las hormonas sexuales en mujeres y cómo valorarlas.

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