Tus hormonas influyen en tu cerebro, y viceversa

El sistema neuroendocrino es la comunicación que existe entre tus hormonas y las neuronas de tu cuerpo, incluido el cerebro.

Este post es para liberarte, para que sepas que todo lo que sucede a lo largo del ciclo menstrual (aquí te explico más) a nivel emocional es natural y que cada una de nosotras experimentará unas cosas y no otras aunque lo más común sea X.

Inicio del ciclo: menstruación

Durante la fase de sangrado los niveles de estrógenos y progesterona son los más bajitos. Esto se traduce en una bajada sincrónica de endorfinas (hormona del bienestar o como yo la llamo «droga natural del placer») que nos hace estar más irritables, más inestables y menos sociables.

¿Cómo podemos aumentar las endorfinas y aliviar este estado?

Haz lo que sabes que te hace feliz y, si no sabes qué hacer o te invade la pereza, realiza cualquier deporte o sal a caminar bajo el Sol: ambas prácticas iniciaran la síntesis de estas moléculas maravillosas y sentirás bienestar rápidamente.

Fase folicular o preovulatoria

Después del sangrado empieza a aumentar la cantidad de estrógenos y éstos estimulan al Sistema Nervioso Central (cerebro) generando mayores cantidades de dopamina, serotonina, endorfinas… ¡ENCONTRÁNDONOS MUCHO MEJOR!

Por ello solemos tener más energía y mejor rendimiento deportivo y cognitivo. También nos encontramos con ganas de iniciar nuevos retos, más proactivas, más creativas en definitiva.

Ovulación

En estas horas la líbido se dispara, ¿lo has notado? Es una buena manera de identificar esta ventana fértil junto a los cambios en el flujo vaginal.

Como aquí los estrógenos son los reyes de la fiesta (es cuando están más altos) todo lo que comentaba en la fase folicular se lleva a su máxima potencia: somos el optimismo personificado.

Fase lútea o postovulación

Después de la subida hay una bajada de estrógenos y se acompaña del mismo descenso de serotonina mientras sube la progesterona, por lo que pasa lo que muchas sentimos: de nuevo irritación, tendencia al reposo y sensibilidad emocional.

Como todo en la vida existe el equilibrio y el ciclo menstrual no se queda atrás. El ying y el yang también está presente en nuestras emociones, en nuestra energía y se refleja claramente con la presencia hormonal. Curiosamente los estrógenos son energía y actividad y la progesterona es reposo, nutrición, asentamiento y calma.

¿Cómo podemos aprovechar estas sensaciones de la última fase?

Todo podemos convertirlo en positivo si así lo queremos. Esta fase es ideal para la reflexión, para valorar las pequeñas cosas, los detalles. Date tiempo, para lo que te gusta, para lo que haga sentir mejor, para ganar autoestima.

Ayúdate del estilo de vida para sentirte mejor en cualquier fase. Aprende de ti y tu naturaleza como mujer y quédate con estos cinco principios para conseguirlo:

1. Durante la fase lútea y menstrual llena tu despensa de antioxidantes como la cúrcuma, el jengibre, las sopas, infusiones, cremas calentitas y alimentos probióticos como los encurtidos y la kombucha.
2. Realiza deporte en cualquier fase, adaptando la intensidad y el tipo a lo que sientas que te hará bien y no «por que tengo que hacerlo».
3. Refuerza tu alimentación con omega 3 por su poder antiinflamatorio: pescados azules y carnes de pasto o semillas de chía, nueces, aceite de lino…
4. Refuerza tu dieta con magnesio y triptófano para optimizar el descanso: chocolate negro, espinacas, acelgas, legumbres, nueces, almendras, pipas de girasol, plátano, huevos.
5. No olvides que la vitamina D es muy deficiente entre la población española, incluso en verano. Estaría bien que te hicieras una analítica de rutina para valorarla y consideres su suplementación en caso de tenerla bajita. Es esencial para la mantener a ralla la inflamación (artículo, artículo) y tener buenos niveles de progesterona (por ende para lograr embarazo y mantenerlo: artículo).

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