Lasaña de espinacas, champiñones y puerros

Tienes comida familiar este fin de semana, en tu casa, ¿y no sabes qué preparar? ¡TE PROPONGO ESTA RECETA!

La clásica lasaña de carne y bechamel tiene muchísimas calorías y, aunque de forma puntual no pasa absolutamente nada, quiero seguir dándote ideas saludables que rompan tu rutina en caso de estar llevando algún tipo de dieta (conmigo o sin mi jiji). A veces lo único que nos hace falta es tener ideas, saber cómo combinar ciertos ingredientes para preparar algo diferente.

Si me sigues por Instagram, sabes que recomiendo siempre comer verduras y, sobretodo, en la comida «libre» o «trampa» o «cheat meal» (IGTV: cómo hacer una comida libre).

¿Podemos conseguir transformar una comida típica cargada de calorías en una saludable y, aunque con bastantes calorías, saciante y nutritiva? ¡COMPRUÉBALO!

INGREDIENTES:

20 Placas de pasta (yo compré estas pero si optáis por opción low carb podéis usar las konjak)
500 gr espinacas congeladas
200 gr champiñones
1 puerro
Aceite de coco para cocinar las verduras
200 ml Crema de soja para cocinar (yo uso esta), leche evaporada (si tienes desajustes hormonales no te lo recomiendo) o la leche de coco en lata (opción low carb)
Harina de arroz para espesar la bechamel o almendra molida
Especias: nuez moscada, pimienta negra, perejil.
Queso emmental o parmesano rallado al gusto

Primero haremos las verduras en una sartén con un poquito de aceite de coco (podéis utilizar de oliva). Mientras, haremos las placas preconizadas como indique el fabricante.

Cuando las verduras estén hechas, precalentaremos el horno a 180ºC e iremos montando nuestra lasaña en un recipiente rectangular de vidrio u otro material apto para horno: aceite de oliva/coco en la base, placa de pasta, verduras, placa de pasta, verduras…

La bechamel vegetal la prepararemos en un cazo mezclando la crema de soja y calentando. Le añadiremos las especias y, si deseamos espesar más, iremos añadiendo harina de arroz al gusto. Nosotros no añadimos sal porque la crema de soja ya lleva, pero aquí a gusto del consumidor.

El último paso es esparcir la bechamel por encima y, por último, el emmental rallado para que se gratine y quede crujiente.